¿Qué significa ser CEO de tu vida? Chief Executive Officer o Gerente General, eso es lo que significan estas siglas bien conocidas en el mundo corporativo.
Toda empresa tiene un CEO, un capitán, alguien que es el número uno en la estructura jerárquica de la empresa.
Habrás leído acerca del desafío de esta época de que más mujeres incluso logren ese puesto que por años ha sido otorgado por costumbre a los hombres también.
Lo cierto es que todos nosotros debemos tener ese puesto en nuestra vida personal y profesional interna. ¿De qué se trata esta propuesta del día de hoy? Te daré un ejemplo con algo de mi propia experiencia de vida.
Tenía 20 años cuando comencé a trabajar en una compañía de seguros top de mi país, busqué trabajo como analista contable, estudiaba Marketing en ese momento, que luego cambié por Administración de empresas por conveniencia laboral.
Analizaba cuentas y preparaba los pagos a proveedores, pero enseguida me aburría, sabía que no quería ser supervisora de Contabilidad, quería pasar a marketing. ¿Qué hice internamente? Me creí capaz de poder pasar a otra área, aunque era joven y no tenía la experiencia, pero sí el sueño.
Pedí hablar con la Gerente de Marketing, quien me dijo que era imposible porque no tenía experiencia. Fue en ese momento en el que supe que no habría lugar para mi en esa empresa, y comencé a buscar alternativas fuera de ella.
A los tres años de trabajar allí pasé a una Consultora Top Five del mercado internacional, aprendí a implementar Sistemas SAP y comencé a trabajar como consultora. Me gustaba liderar equipos, de modo que cada vez que tenía la oportunidad tomaba las riendas de las cosas, y así fui ganando mi lugar.
Al tiempo gerenciaba proyectos y vendía nuevos proyectos dentro de los que estaba. Cada vez que estaba detrás de un ascenso o aumento era yo quien tenía que pedirlo, solicitarlo, estar detrás de que eso sucediera, esa fue mi experiencia. Años más tarde, cuando quise cambiar de carrera, hice lo mismo, armé una estrategia. Eso me llevó a seguir estudiando y aprendiendo.
Hoy te comparto aquí los pasos que, para mi, desde mi experiencia personal, si o si debes seguir para liderar tu carrera, aunque no lo veas con claridad hoy.
Ten una estrategia. Pregúntate: ¿Qué quiero aprender en este rol? ¿Qué quiero lograr? ¿Cuál es mi objetivo de corto plazo? ¿Cuál es mi objetivo de largo plazo? ¿A dónde quisiera que me lleve esto que estoy iniciando hoy?
Cree en ti. Para esto, me sirve usar a mis maestros negativos, es decir, todo aquel que se cruza en mi vida para criticar y anular, puesto que lo he utilizado para trabajar en mi, y así mejorar mi autoestima. Al principio sufría y me quejaba de eso, hasta que aprendí a usar las críticas a mi favor. La pregunta que me sirve es: ¿qué vino a enseñarme esto que me molesta? ¿O esta persona que no me cae bien?
Capacítate siempre. En mis años de consultoría y luego en coaching, aprendí que la primera pregunta que hacemos al cliente es: ¿a dónde quieres ir?, pero para eso es importante saber ¿en dónde estás? Pasábamos meses cuando trabajaba en PriceWaterhouseCoopers escribiendo el AsIS (Cómo es) y luego el ToBe (Cómo será), para luego implementar el nuevo sistema. A medida que pasaron los años y las estrategias se volvieron dinámicas, como consultores íbamos más rápido a plantear el TOBE gracias a la experiencia que teníamos.
Cuando quise dedicarme a hacer cosas más humanísticas, me di cuenta de que debía seguir formándome no solo en eso que quería dar, sino en la forma en la cual iba a comunicarlo. Por eso además de estudiar coaching de los colores y tipos que se te ocurran, estudié psicología sistémica, marketing digital, yoga, meditación, spearker, etc…
La torta se come de a porciones. Paciencia. Por esta razón es tan importante la meta de corto plazo, y la visión de largo plazo. Si estoy concentrada en llegar a ser la directora comercial cuando recién comienzo, no voy a disfrutar de cada propuesta, de cada reunión, de cada logro e incluso puede que me frustre mucho cuando algo no salga bien.
Descubre tu propósito. Saber qué te mueve, cuál es la razón por la cual te despiertas a la mañana, ya sea porque quieres comprarte el departamento al comienzo, pero también porque te gusta lo que haces, porque te gusta sentirte útil o lo que sea, es importante conocer, para que tu vida tenga ese impulso que está debajo de la piel, que nadie ve, la fuerza motora que te hace ser quien eres. Yo lo descubrí algo tarde, pero todo lo que hice antes, pude hacerlo activo. Mientras no lo había descubierto, mi forma de trabajar era más combativa y no me sentía del todo bien. Aprendí a disfrutar y sentirme plena una vez que supe para qué estoy aquí en este mundo.
Pide ayuda. Aprende a pedir ayuda a personas que sabes que quieren lo mejor para ti. No te asombres si no encuentras eso en tu círculo intimo. No luches en contra de eso. Solía pedir ayuda, y no me iba bien. Por alguna razón kármica me relacionaba mal, solía trabajar más que antes de pedir ayuda, una vez que aprendí a mejorar mi círculo cambió, aparecieron las personas adecuadas y todo comenzó a fluir, así que una vez mas, no minimices lo que sucede cuando comienzas a cambiar y mejorar. Todo a tu alrededor lo hará también. Saber que no soy perfecta, me dio un súper poder, el de no juzgarme y así poder continuar y aprender a pedir. Eso si, para pedir debemos estar abiertos a recibir.
Ahorra energía mental. Controla tus pensamientos. No gastes energía tratando de cambiar a otras personas, cámbiate a ti cuando te encuentres en situaciones que te desafían. Ahorrarás energía, te cansarás menos, no perderás el foco. Para esto muchas veces se necesita de ayuda profesional. En mi caso, me ha ayudado tener mentores. Trata de recordar esta frase, que aprendí de Tony Robbins: “a donde va el foco va la energía, a donde va la energía va la acción”.
Comunica. Aprende a comunicar lo que haces, lo que estás haciendo y qué necesitas. Yo estudié cómo comunicarme, lo practico a diario e incluso lo enseño, podemos ser los mejores, pero si no sabemos cómo expresarnos, los demás no adivinarán. O sí lo harán, pero eso no les permitirá conocerte de verdad.
Cuidado con la procastinación. Deja de aplazar lo importante! Este fue y es mi mayor enemigo, soy y fui muy buena para otros, para cumplir metas de las empresas que lideré, de los proyectos que gerencié y de lo que hice y hago para otras personas, sin embargo, separar el tiempo para mis cosas siempre ha sido mi mayor desafío. Por eso me gusta ayudar a liderarse, porque sé, que nada bueno o diferente me sucederá si no lidero primero lo que quiero para mi. Así que cuidado con algunas de estas frases:
Este no es el mejor momento. Es demasiado complicado. Empezaré mañana seguro. No tengo dinero para hacer esto. Tengo que hacerlo pero no tengo tiempo.
Diferencia lo Importante y Urgente. Aprende a gestionar tu tiempo haciendo antes que nada esta diferenciación. Cambia el chip ya y evita distracciones innecesarias. Dedícales una o dos horas a diario a estas tareas o proyectos.
Cuidado con el exceso de reuniones: Reduce la cantidad de reuniones, agrega alternativas que te ayuden como emails y un Google Doc colaborativo para que la gente vaya actualizando.
Planificar tus tareas. Los domingos a la noche reviso la semana, miro mi agenda y tengo un pantallazo de lo que se viene. También comunico algo de eso a mi familia, algunas de las áreas en donde se que necesitaré ayuda por solapamiento de horarios. Organízate una estrategia.
Tomar descansos. Algo necesario y que funciona es tomar 10 minutos cada 50 minutos de trabajo.
Apóyate en las herramientas adecuadas. Hay muchas pero estas son las básicas que si o si debes tener en tu móvil y que te ayudarán a gestionar mejor tu día a día.
Incorpora cada mañana hábitos saludables. Te comparto los míos:
Agradezco cada día.
Seteo la intención para el día.
Medito.
Camino 40 minutos.
Hago ejercicio 2 o 3 veces a la semana.
Hago yoga dos veces a la semana, y si viajo, hago alguna postura sola en donde esté.
Desayuno saludable.
Espero te sirva la propuesta de esta semana. Haz nuevas elecciones, que te sacarán en un tiempo del lugar en el cual estás.