Poner a Panamá en el mapa de la economía digital puede ser una oportunidad para atraer inversiones en el mundo de los cripto activos y fomentar el hub digital.
Históricamente Panamá ha tomado la delantera en sectores que le han permitido a su economía diferenciarse y competir con el resto del mundo. Desde los tiempos de la creación de la mayor zona libre de impuestos en Colón , pasando por el abanderamiento de naves, la creación de sociedades offshore hasta un centro bancario internacional que en los últimos años ha perdido relevancia y reputación.
Ahora surge la llamada “Ley de Cripto: que hace compatible a Panamá con la economía digital, el blockchain, los criptoactivos y el Internet”. Esta ambiciosa ley propuesta por el diputado independiente Gabriel Silva y un grupo de ciudadanos que de forma colaborativa se han reunido para construirla e impulsarla, a mi juicio merece el aplauso de todos.
En momentos que necesitamos de mentes brillantes que piensen fuera de la cajeta en la búsqueda de oportunidades y billete para nuestro país. Me gusta este proyecto de ley y me recuerda la batalla de David contra Golliat pero que si al menos logra avanzar en algunos artículos y divulgarse bien sus beneficios para todos, tendríamos un avance enorme de gran beneficio para toda la población.
Actualmente la competencia que existe en el mundo por atraer inversión extranjera directa y adaptar leyes al mundo digital en que vivimos es el único camino que tiene nuestro país para treparse en la la llamada cuarta revolución industrial.
Del blockchain se habla desde hace algunos años que tiene el poder del internet y que esta tecnología bien utilizada incrementará la productividad y competitividad de los países y ciudadanos que la adopten. Si Panamá empieza a utilizar tecnología blockchain en el sector público y privado será un salto cuántico para acelerar la economía. Contratos inteligentes y trámites digitales que permitan entre otras cosas eliminar la subjetividad del funcionario, la corrupción y el gasto innecesario de empresas y gobierno. Incrementar los ingresos del Estado y la competitividad de nuestro país debe ser norte en este momento para sacar al país del hueco en el que estamos y todos los sectores e industrias tienen que hacer su cuota de sacrificio para cambiar la forma en que opera hoy. Ya la Pandemia lo demostró y solo los más fuertes y los que se adaptaron e innovaron fueron los que sobrevivieron.
En cuanto al uso de criptomonedas me gusta el enfoque de la ley que busca no solo darle más libertad a los ciudadanos y las empresas de tener acceso a más un trillón de dólares que valen hoy esos activos y que estos capitales se atraigan al país, generen inversión y por supuesto se utilicen libremente en transacciones comerciales y con el estado.
También el ciudadano tendrá la oportunidad de decidir si quiere tener una billetera virtual y tener criptomonedas y hacer transacciones comerciales con los comercios que quieran o incluso tener criptoactivos como empiezan a ser el arte digital, canciones y otros en los denominados “NFT” o non fungible tokens lo cual ayudaría también a que nuestra economía naranja o también llamada industria de la creatividad tome más vuelo.
Me gusta la idea que esta ley busque atraer empresas y que se creen emprendimientos que tienen que ver con la economía digital. Que vean en Panamá un mercado innovador, ágil y que abraza los cambios tecnológicos y convertirnos realmente en ese hub tecnológico que tanto hemos querido ser por años y complementar nuestros otros hub logísticos y de pasajeros. El camino no será fácil y seguro tendrán que afinarse muchas cosas de las propuestas, pero es una gran iniciativa que ojala reciba el apoyo de todos.