Precariedad del empleo en Panamá

Precariedad del empleo en Panamá

Entre octubre 2021 y abril 2022, la tasa de desempleo bajó de 11.3% a 9.9%, debido al aumento de los informales y funcionarios. Richard Bonilla




El 7 de febrero 2023, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), presentó su Informe del Panorama Laboral 2022 para América Latina y el Caribe. Según el Informe, la Región enfrenta en 2023 un mercado de trabajo “altamente complejo y cargado de incertidumbre” a causa de una conjunción de múltiples crisis que impactan los mercados de trabajo y hacen necesaria la aplicación de políticas para crear empleo formal.

El Panorama Laboral señala que “se ha registrado una recuperación laboral fuertemente marcada por el aumento de las ocupaciones informales, que representaron entre 40% y 80% de los empleos generados”.

En el caso de Panamá, en el 2022, Mitradel tramitó 20 mil nuevos contratos laborales mensuales (82% temporales), versus 32 mil promediados en el 2019 (79% temporales), y se generaron unos 10 mil nuevos informales por mes (INEC) versus 3,079/mes el año prepandemia.

Entre octubre 2021 y abril 2022, la tasa de desempleo bajó de 11.3% a 9.9%, debido al aumento de los informales y funcionarios. De 101 mil empleos creados entre octubre 2021 y abril 2022, 60 mil fueron informales y 11,300 funcionarios, en conjunto representando 70% de la expansión del empleo. Panamá generó 37% empleos formales y más del triple de los informales que en el año prepandemia.

En este contexto y en medio de un complicado entorno mundial, Panamá se encuentra en una encrucijada inédita. Luego de la peor catástrofe laboral y económica de su historia, debe enfrentar la transformación de su economía, para lo cual necesita inversión, particularmente extranjera (IED).

Por otro lado, tiene que encarar la pérdida de capacidad de su economía para generar empleos de calidad y el hecho de que las plazas laborales que está creando no son las que históricamente ha generado.

La minería y la energía han acaparado la atracción de IED hacia Panamá y liderizado la formación de capital.

El gran desafío que enfrenta nuestro país es que los 6 sectores que generan dos tercios de los empleos privados en el país dejaron de ser atractivos para la inversión privada y solo producen empleo informal. La pandemia no creó el fenómeno, lo aceleró.

Estos sectores son comercio, construcción, logística, industria, hoteles/restaurantes y otras actividades de servicio. Entre el 2012 y 2022, el porcentaje de informalidad en la expansión del empleo estos sectores, fue el siguiente: construcción 406%, comercio 123%, logística 115%, industria 99%, hoteles/restaurantes 99%, otros Servicios 107%. Total 6 sectores en conjunto: 100%. Es decir, en la última década, la totalidad de la contribución laboral de estas actividades económicas, como bloque, fue informal.

La estructura laboral de estos sectores es dominada por Mipymes, es decir, microempresarios informales y empleados de empresas con menos de 20 colaboradores. Su aporte al empleo en cada sector es construcción 72%, comercio 68%, logística 77%, industria 85%, hoteles/restaurantes 86%, otros servicios 89%.

¿Es posible en el mediano plazo crear demanda y rentabilidad sostenida, así como seguridad jurídica necesaria para atraer inversiones que permitan hacer negocios rentables en estos 6 sectores? ¿Cómo aprovechamos el atractivo internacional hacia la energía para transmitir confianza de que invertir en Panamá, particularmente en estos 6 sectores, es buen negocio?

La crisis laboral que enfrenta el país no es de empleo, sino de confianza. Tampoco es coyuntural, sino estructural. De poco sirve hablar del “potencial” turístico, industrial o logístico de Panamá si no somos capaces de atraer las inversiones necesarias para hacerlo realidad. Urge atraer inversiones hacia los sectores que generan la mayoría de los empleos. Potencial sin inversión es “ilusión”.