Nos transformamos o perdemos

Nos transformamos o perdemos

Nos transformamos o perdemos




La transformación digital es un camino que dejó de ser una opción y se convirtió en la única forma de construir negocios a largo plazo. Aunque la intuición, la visión y el buen criterio del empresario nunca dejar de tener valor, el análisis de los datos debe regir la toma de decisiones en las empresas que quieran existir en el futuro.

No se puede mejorar lo que no se mide, por eso es tan importante que las empresas tomen todos los datos que están recopilando, y evalúen cómo pueden consolidarlos, estructurarlos y usarlos para su gestión, y luego definan que otros datos les puede abrir nuevos espectros de pensamiento para mejorar su comprensión del consumidor y poder diseñar así mejores soluciones y experiencias. ¡Los datos son una herramienta de gestión no un fin en si mismo!

Los datos permiten entender comportamientos, analizar tendencias y hacer predicciones lo cual es clave si un negocio busca diferenciarse, anticiparse e incluso modelar el mercado. Por eso se ha considerado que el big data es la revolución de la gestión empresarial. Cada día hay más datos o fuentes de información, mayor velocidad en su obtención y procesamiento.

El reto de los negocios, no importante el tamaño ni el sector, está en seleccionar información de valor para el negocio, sistematizar su procesamiento y tomar las mejores decisiones en base al comportamiento de variables relacionadas con el modelo de negocios. Al rediseñar el modelo de negocio hay que tomar en cuenta a un consumidor cada día más exigente, cuyas prioridades cambiaron y cuya forma de relacionarse con los productos y servicios requiere ser más virtual, más cerca, más responsable, más transparente y muy segura.

Es clave que el talento tenga las habilidades para asumir esta realidad y hacerla su nueva cultura empresarial. Las habilidades que requieren los líderes y los equipos se enfocan más en complementariedad, creatividad, flexibilidad, análisis e innovación, que en el dominio de tareas mecánicas o aisladas por departamento.

No debemos esperar que las cosas regresen a donde estaban hace un año, porque había muchas falencias que hay que corregir. Debemos reiniciarnos, reubicarnos y reinventarnos para aprovechar la tecnología en favor de un desarrollo inclusivo que impulse los negocios y por ende fortalezca sociedades donde no se deje a nadie atrás. Sólo en sociedades próspera hay crecimiento y bienestar para todos.

Te recomiendo empezar con la transformación digital de un área o un proceso, apoyado en un líder abierto y creativo, dispuesto a comprender la información existente, sistematizar la recolección de la data que considere de valor, para así identificar oportunidades de mejora en proceso, nuevos productos o servicios, palancas de modelaje cultural, reestructuración de equipos y roles e impulso de resultados sobresalientes. Y no olvides que las transformaciones digitales deben ser lideradas desde la cabeza de la organización, no se delegan en la base de la pirámide.

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay