De fábricas contaminantes a escenario deportivo

De fábricas contaminantes a escenario deportivo

El canadiense Max Parrot compitió en el Big Air durante los juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 que tuvo como telón de fondo una antigua acería en Shougang en Beijing (Photo by Kirill KUDRYAVTSEV / AFP)




Esquiadoras que realizan acrobacias aéreas con gigantescas chimeneas de fábrica al fondo. Las imágenes que deparó la competición de Big Air quedarán como unas de las más icónicas y espectaculares de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín.

¿Pesadilla post industrial o reconversión exitosa? La instalación de un trampolín a 60 metros del suelo en una antigua acería de Pekín ha hecho correr ríos de tinta desde que la estrella local Eileen Gu conquistase el oro el martes pasado en esta nueva disciplina olímpica.

La plataforma se erige sobre la sede de las acerías Shougang, al oeste de la capital china, que en su momento de mayor actividad daba empleo a más de 200.000 obreros.

Entre chimeneas y torres de refrigeración, el decorado es todo menos habitual en una competición cuyo telón de fondo suele ser una cordillera de montañas nevadas.

De fábricas contaminantes a escenario deportivo

El noruego Birk Ruud compitió en la categoría de estilo libre en el Big Air que tuvo como escenario de fondo una antigua acería. (Photo by Manan VATSYAYANA / AFP)

A pleno rendimiento, la gigantesca instalación metalúrgica, construida a partir de 1919, tenía una capacidad de producción de más de 10 millones de toneladas de acero al año, según la agencia china Xinhua.

Bajo Mao Tsé-Tung, el fundador del régimen comunista (1949-76), la fábrica se erigió en un estandarte de la modernización del país... antes de ser percibida más recientemente como un desastre ecológico.

De fábricas contaminantes a escenario deportivo

El australiano Matthew Cox durante el Big Air en Shougang in Beijing. (Photo by Kirill KUDRYAVTSEV / AFP)