¿El fútbol condenado al chándal? En absoluto: el traje de vestir se ha hecho un hueco en los vestuarios, una moda beneficiosa tanto para los clubes, que refuerzan así su “estatus”, y sus vestuaristas, que logran visibilidad.
Ganar la Eurocopa sí, pero con estilo: Italia dio un toque de elegancia al título continental logrado en julio pasado con el traje de Emporio Armani que acompañó a la selección durante toda la competición salvo, claro está, dentro del terreno de juego.
El ‘look’ de los internacionales italianos sorprendió e incluso provocó algunas reacciones irónicas en las redes sociales, pero cada vez son más los equipos y las selecciones que se ponen al día, en un deporte en el que las estrellas brillan tanto en las canchas como en las páginas de ‘moda’ de las revistas.
En septiembre, el París SG anunció un acuerdo de colaboración por dos años con Dior, que tres meses más tarde eligió como símbolo de la marca a Kylian Mbappé. El Bayern Múnich y el Real Madrid, sus rivales europeos, visten de Hugo Boss, mientras que Moncler lo hace con el Inter de Milán desde diciembre.
La llegada de los futbolistas al estadio, los días de partido en casa -en los desplazamientos los clubes priorizan el chándal, más práctico-, se ha convertido en un desfile improvisado de moda.
“Lo que buscan las marcas es el lado ‘influencer’. Los deportistas, jóvenes y apuestos, a menudo a la última en moda, es un formidable escaparate para ellas”, destaca Virgile Caillet, delegado general de la Unión Sport&Cycle, la patronal francesa que reúne a las principales empresas de la industria del deporte y el ocio.
En la Ligue 1, la marca francesa Izac viste al campeón Lille, al Marsella, Nantes, Saint Etienne y Metz y “seguimos aún un plan de desarrollo”, asegura a la AFP su dirección comercial.
La imagen del futbolista en chándal está cambiando “completamente”, según esta marca. “El fútbol es un vector extraordinario de comunicación”.
- “Vector extraordinario” -
Al igual que con las camisetas de juego, los clubes tratan de cuidar su imagen al elegir su uniforme oficial.
Izac explica que los clubes van una vez al año al ‘show-room’, donde tienen todas sus colecciones, para que elijan el vestuario que quieren utilizar durante una temporada.
Ya sea traje o un estilo más ‘casual’, esa ropa también está a la venta para el público en general. Ya ha ocurrido que un hincha del Marsella compre para su boda el mismo traje que utilizan los jugadores del club de sus amores... e incluso pide que le sea bordado en la chaqueta el escudo del equipo para parecerse lo más posible a los futbolistas.
En cambio, la colección de Dior para el París SG no se encuentra en sus tiendas... por el momento. “Lleva su tiempo” profundizar en esa cooperación, explica Fabien Allègre, director de diversificación de marcas y de merchandising del club parisino.
Vestido en el pasado por Berluti y después por Hugo Boss, el PSG ha añadido la prestigiosa casa de alta costura parisina a su catálogo, en el que también figuran los productos de ‘Jordan Brand’ (marca de Nike) para todo lo que es vestuario deportivo.
El club de Messi, Neymar y Mbappé es el único en el fútbol en lucir el logo de ‘Jumpman’ y lo hace con el fin de dirigirse “a un conjunto más amplio de aficionados”, no solo al fútbol, asegura Allègre.
“El PSG está a menudo allá donde no se le espera, pero siempre de manera reflexiva, con la voluntad de ser coherente con respecto a nuestra estrategia de marca. El PSG y Dior es la misma pasión por París, la alianza entre dos casas de excelencia”, agrega.
El vestuario ayuda a cuidar “el estatus del club”, confirma Virgile Caillet. “Para un entrenador, su ropa condiciona inconscientemente la credibilidad que tiene”.
¿Vestirse mejor para ganar más? Al menos, para los clubes merece la pena intentarlo