Con las energías verdes aumenta la necesidad de minerales

Con las energías verdes aumenta la necesidad de minerales

Mina de cobre, materia prima muy demandada en la industria de telecomunicaciones para las redes y otros sectores. Imagen de JacquieS en Pixabay




La Agencia Internacional de Energía advierte que en la medida que descienden los precios de la tecnología, los minerales adquirirán una cuota cada vez mayor de su valor total.

Para que el mundo logre sus objetivos climáticos, es necesario garantizar el suministro de minerales imprescindibles para la transición energética, y que frecuentemente están bajo tierra en un puñado de países, advirtió este miércoles la Agencia Internacional de Energía (AIE).

“Esta concentración geográfica, las demoras para explotar nuevos yacimientos minerales, la caída de la calidad de los recursos en determinadas regiones, y el impacto medioambiental y social (de las minas); todo esto genera inquietudes en términos de aprovisionamiento”, resume Fatih Birol, director de la AIE.

“Estos riesgos son reales, pero salvables”, indica: todo dependerá de “la respuesta de las políticas y de las empresas”, que “harán que estos minerales claves permitan una transición hacia energías limpias, o por el contrario provoquen un cuello de botella para este proceso”.

Autos eléctricos, rotores de turbinas eólicas y baterias eléctricas, están ávidos de ciertos metales: los primeros requieren seis veces más que un vehículo de motor térmico, un sitio eólico terrestre nueve veces más que una gran planta de energía a gas equivalente, destaca la AIE.

Litio, níquel, cobalto, manganeso, grafito brindan longevidad y eficacia a las baterías, los imanes para turbinas utilizan tierras raras, las redes requieren cobre...

En un informe la agencia evaluó las futuras necesidades, en función del desarrollo tecnológico y el ritmo en que el mundo opte por energías bajas en carbono .

De acuerdo a la AIE, en 2040 la demanda global del sector energético de estos minerales podría cuadriplicarse si el mundo cumple los compromisos del acuerdo de París. Será fundamental para que a mediados de siglo el mundo tienda a ser neutro en carbono.

Solamente para el litio, la demanda se multiplicará por 40, o quizás por 75 --los productos electrónicos corrientes ya no serán el principal consumidor, destronados por los vehículos eléctricos y baterías.

La producción de electricidad exigirá triplicar los minerales, por la energía eólica marina y el sector fotovoltaico.

A medida que descienden los precios de la tecnología, los minerales adquirirán una cuota cada vez mayor de su valor total, lo que vuelve al sector aún más vulnerable a las variaciones en el mercado de metales.

Sin embargo, más que el petróleo, por ejemplo, la producción de éstos se concentra en unos pocos países. En 2019, la República Democrática del Congo (RDC) y China produjeron el 70% y el 60% de cobalto y tierras raras, respectivamente. Y, su refinación está dominada por China, en su territorio u otros lugares.

“¿Qué pasará si no ponemos atención sobre los minerales? Los precios probablemente aumenten bruscamente, sinónimo de una transición más cara y, por lo tanto, más lenta que lo que deseada”, destaca Birol.

“Las cifras muestran una inminente brecha entre el aumento de las ambiciones climáticas globales y la disponibilidad de minerales claves esenciales para concretar tales ambiciones”, advierte, “llamando” a los gobiernos a “ampliar horizontes”, y no “solamente subvencionar coches eléctricos o paneles de energía solar, sino pensar también en la otra cara de la moneda”.

“Al actuar desde ahora concertados sobre el tema de los minerales, los gobiernos pueden reducir significativamente los riesgos de volatilidad de precios y la interrupción del suministro”, añade.

La AIE brinda recomendaciones: en particular, que los Estados publiquen sus estrategias climáticas a largo plazo y los detalles de sus actividades para animar a los inversores en minerales.

Reforzar la cooperación internacional entre productores y usuarios, así como la normativa medioambiental y social en torno a la extracción, agrega.

También debe promoverse el reciclaje. “Las políticas pueden fomentarlo”, destacó ante periodistas Tae-Yoon Kim, principal autor del informe.