El flujo de inversión extranjera directa (IED) en Panamá continúa en crecimiento, aunque aún se encuentra por debajo de los números registrados en 2019, según los datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), .
Al cierre de 2022, Panamá recibió un total de 2,721.1 millones de dólares en IED, lo que representa un aumento del 41.2% en comparación con los 1,927 millones de dólares recibidos en 2021. A pesar del incremento en 2022, las cifras de inversión extranjera en Panamá aún se sitúan por debajo del flujo de capital foráneo registrado en 2019, cuando alcanzó los 3,921 millones de dólares.
Desglosando las inversiones recibidas el año pasado, el INEC informa que 627.9 millones de dólares corresponden a captaciones de fondos de bancos de licencia general, mientras que 433.1 millones de dólares provienen de la Zona Libre de Colón. Por su parte, otras empresas contribuyeron con 1,656.1 millones de dólares en inversión extranjera.
A pesar de que el crecimiento de la IED en 2022 es alentador, la brecha con respecto a los niveles de inversión alcanzados en 2019 indica que aún existen desafíos para atraer un flujo de capital foráneo similar.
Panamá en segundo lugar de inversiones en Centroamérica
Las cifras del INEC contrastan con el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), en el que Panamá habría registrado un total estimado de 2,640 millones de dólares en ingresos de capitales foráneos el año pasado, 37% más que en 2021 cuando se reportó un flujo de 1,927 millones de dólares.
El reporte de la Unctad estima que en 2022 la economía panameña registró una salida de 114 millones de dólares de fondos de inversión extranjera, menor a los 298 millones de dólares reflejados en 2021.
Costa Rica, de acuerdo con la Unctad, fue el país centroamericano que más recibió inversión extranjera directa el año pasado con 3,035 millones de dólares, cifra que representó una leve caída de 5.75% con respecto a los 3,231 millones de dólares registrados en 2021. Contrario a Panamá, el país vecino ya superó el flujo de capitales foráneos que recibió en 2019, cuando cerró en 2,812 millones de dólares.
Panamá estaría en el segundo lugar en cuanto a la mayor captación de inversión extranjera directa el año pasado, según los datos de la Unctad.
En tercer lugar, está Guatemala con 1,352 millones de dólares, seguido por Nicaragua con 1,294 millones de dólares. Honduras reportó 823 millones de dólares en IED al cierre de 2022, Belice 134 millones y El Salvador tendría un balance negativo con 99 millones de dólares.
En total, Latinoamérica captó en 2022 IED por 44,480 millones de dólares y es que la Unctad contabiliza el flujo de México como parte del istmo centroamericano. El país azteca es el segundo captador de inversiones más importante de toda Latinoamérica y el Caribe, con 35,292 millones de dólares el año pasado, 12% más que en 2021, solo superado por Brasil.
Más inversiones en América Latina y el Caribe
En su conjunto, América Latina y el Caribe registró el año pasado un incremento de 51% en la inversión extranjera directa para alcanzar los 208,000 millones de dólares. Según la Unctad este crecimiento fue sustentando por una mayor demanda de productos básicos y minerales esenciales.
En Sudamérica, los flujos hacia Brasil aumentaron 70% para totalizar 86,000 millones de dólares, impulsados por la duplicación de los beneficios reinvertidos y se coloca como líder en captación de inversiones extranjeras directas.
Argentina registró 15,000 millones de dólares, mientras que en Perú, la IED se duplicó llegando a los 12,000 millones de dólares. Colombia también mostró un aumento notable del 82% en la IED, alcanzando los 17,000 millones de dólares.
El Caribe (excluyendo los centros financieros) también experimentó un incremento significativo, con un aumento del 53% en la IED, impulsado principalmente por el crecimiento de República Dominicana, que reportó 4,000 millones de dólares.
El informe de la Unctad detalla que los flujos de inversión extranjera directa aumentaron hacia los Estados miembros de la Asociación Latinoamericana de Integración, conocida como Aladi, en la que están Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. En su conjunto, este bloque recibió 3% más de inversiones para totalizar 195,000 millones de dólares.
En el caso del Mercado Común del Sur, el flujo se incrementó 35%, hasta 105,000 millones de dólares y los Estados miembros de la Comunidad del Caribe recibieron el doble de 2022 con 6,500 millones de dólares.
En contraste, la IED descendió 11% hacia los Estados miembros del Sistema de la Integración Centroamericana, que se ubicó en 13,000 millones de dólares.
En 2022, la proporción de anuncios de proyectos en nuevas instalaciones intrarregionales siguió siendo relativamente pequeña, 11% de todos los proyectos de la región (8% en términos de valor), pero aún superior a la de 2017, cuando fue del 8% del total (6% en valor).
Las empresas multinacionales de la región tuvieron el 62% de sus proyectos de inversión en nuevas plantas en América Latina y el Caribe.
Estados Unidos, España y los Países Bajos se mantuvieron como los principales inversores en la región durante el año 2021.
En qué se invirtió en la región
Una buena parte de la Inversión Extranjera Directa en 2022 estuvo relacionada con procesos de fusiones y adquisiciones transfronterizas que aumentaron 80% y alcanzaron los 15,000 millones de dólares.
El sector manufacturero registró el mayor aumento de las ventas netas, principalmente, en empresas de alimentación, bebidas y tabaco, productos químicos, papel y productos de papel.
Según la Unctad, el sector servicios continuó siendo el más importante en términos de inversiones con ventas netas por valor de 9,600 millones de dólares, en su mayoría, en actividades de información y comunicación.
El valor de las inversiones anunciadas en nuevas instalaciones aumentó 57% y un alto porcentaje está enfocada en planes para industrias extractivas y automovilísticas.
El número de operaciones anunciadas de financiación de proyectos internacionales descendió 18%, principalmente en los sectores de la minería, infraestructuras de transporte, el petróleo y el gas.
