Hay una tendencia: Los inversionistas buscan instrumentos financieros compatibles con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que estén destinados a respaldar proyectos bien sea de energía verde, transición energética en movilidad, igualdad, inclusión social, descarbonización de la economía y programas de compensación de carbono.
En este contexto, Panamá tiene la oportunidad para posicionarse en la región y llevar el liderazgo del mercado de bonos de carbono y de inversiones verdes dijo Christian Schneider, especialista financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“La propuesta de la Bolsa Panameña de Carbono que está bastante avanzada, ayudará no solo a las empresas que inviertan y emitan instrumentos financieros para cumplir con los ODS, sino que el país también se convertirá a su vez en un hub de los mercados de carbono y de los temas de sostenibilidad”, destaca Schneider.
Se espera que la Bolsa Panameña de Carbono inicie operaciones entre noviembre de este año y el primer trimestre de 2023 según adelantó el Ministerio del Ambiente.
El BID trabaja en los marcos regulatorios de emisión de las empresas públicas y privadas para transar bonos temáticos en los que se incluyen instrumentos financieros verdes, sostenibles, sociales, género, entre otros, como los bonos naranja de la industria creativa y cultura, los azules, vinculados a los tema de océanos.
Schneider menciona que los bonos temáticos en América Latina registraron un crecimiento progresivo en los últimos años, siendo 2021 uno de los que presentó más emisiones, con alrededor de 63 mil millones de dólares. Para 2022 se contabilizaron 39 mil millones de dólares.
En el caso de los bonos sostenibles, hasta la fecha en este año 2023, representan 15% de las emisiones totales en volumen, mientras que los bonos sociales y bonos vinculados a la sostenibilidad (SLBs) fueron los de mayor crecimiento entre 2020-2021.
Hasta a fecha, el BID ha ayudado a emitir 83 bonos temáticos tanto públicos como privados en la región. 20 han sido verdes, por 9,176 millones de dólares, 16 sostenibles, por 6 mil 327 millones de dólares; y bonos sociales por 23 mil 253 millones de dólares, además de los bonos vinculados a la sostenibilidad por 2 mil 341 millones de dólares (6 bonos). Todas estas operaciones suman un gran total de 41 mil 97 millones de dólares en bonos temáticos.
Ante el riesgo de Greenwashing, término con el que se conoce el ecoblanqueo o lavado verde, en el que una empresa pretende que está invirtiendo en productos y proyectos sostenibles cuando en realidad su actividad es nociva para el medioambiente, Schneider indicó que la mejor manera de reducir ese riesgo y combatir esto es con información pública y transparente en el mercado de emisiones de bonos y mercado de valores.
“Hay siempre un riesgo, pero la mejor forma de reducirlo es con información publica. Con otras multilaterales, el BID ha creado una plataforma para que todas las emisiones tanto públicas como privadas tienen que reportar el uso de esos fondos y funciona con tecnología blockchain esta plataforma. De esta manera se puede ver si se está cumpliendo con el uso de los recursos, y además de eso hay auditorías climáticas o verdes que con un equipo especializado recopila la información”, menciona el especialista del BID.
En cuanto a la rentabilidad de los instrumentos financieros de valores verdes, Schneider señaló que al ser un segmento nuevo, aún no hay una precisión en cuánto al rendimiento, pero recalcó que países como Chile que fue uno de los primeros en emitir un instrumento soberano verde de este tipo, logró captar un premium o rentabilidad mejorada.
“Se ha comprobado que un título valor que sea sostenible tiene una sobredemanda en promedio de 5 a 10 veces en comparación con otros papeles, y mejora la base de inversionistas que crea relaciones de largo plazo”.
El especialista del BID indica que aunque en este momento la emisión de bonos temáticos como los verdes, pareciera un tema de nicho o de un segmento específico, la realidad será el estándar futuro de todas las emisiones. “Entonces los primeros que haya emitido van a tener mejor acceso a financiamiento”.
El apetito por los bonos temáticos se extiende no solo en Panamá, también el BID trabaja en configurar los marcos regulatorios y dar asesoría a los gobiernos de Honduras, El Salvador y tienen la solicitud también de Guatemala. “El sector público y privado de los países está viendo que este tema será la regla y no la excepción en las emisiones de bonos”.