Un año después del Brexit, la City de Londres fue superada por sus rivales europeos como plaza bursátil, pero no sufrió el temido éxodo masivo de banqueros y sigue siendo la principal plaza financiera de Europa.
“Londres es un centro financiero mundial desde hace cientos de años” y las posibilidades de que París, Ámsterdam o Fráncfort le arrebaten “la corona de mayor centro financiero europeo son escasas”, dijo a la AFP Lee Wild analista de Interactive Investor.
Los servicios financieros de la City sufrieron un golpe duro por el Brexit, ya que quedaron fuera de los acuerdos comerciales entre el Reino Unido y la Unión Europea, y no se benefician de las equivalencias otorgadas por el bloque continental a otros países.
El negocio bursátil sufrió en las primeras semanas, ya que los operadores británicos se quedaron de un día para el otro sin la posibilidad de ofrecer a sus clientes europeos acciones que cotizan en las plazas de la Unión Europea (UE).
Su valor cayó cerca de un 40% en Londres en enero de 2021, en beneficio de Ámsterdam, y la plaza británica quedó relegada al segundo lugar europeo, según los datos de Cboe Global Markets transmitidos a la AFP.
Pero la City mantuvo su preponderancia en los mercados de divisas o de operaciones con derivados, lo que “excluye cualquier pretensión de que París o Fráncfort puedan tomar el lugar de Londres”, según un estudio publicado en junio por el centro de estudios británico New Financial.
Londres sigue siendo el segundo centro financiero mundial, por detrás de Nueva York, según el indicador Global Financial Centres Index 2021, una clasificación hecha por dos centros de estudios con sede en Londres y Shenzhen (China).
La City “ofrece un ecosistema de bancos, consejeros, abogados, gestores de fondos y de fondos especulativos que sirve como una vasta reserva de liquidez”, explicó a la AFP Russ Mould, analista AJ Bell.
Según la consultora EY, cerca de 44% de las empresas financieras desplazó o prevé transferir operaciones o personal del Reino Unido hacia la UE para poder seguir trabajando y el traslado de activos anunciado sumó a finales de 2021 cerca de 1.300 millones de libras.
Dublín y Luxemburgo fueron los más beneficiados en términos de la transferencia de oficinas, pero París fue la plaza que recibió más personal. El presidente francés, Emmanuel Macron, inauguró en junio la nueva sede del banco estadounidense JPMorgan, esperando que esto marcara una tendencia para cientos de operadores.
Por su parte, los bancos británicos cortaron vínculos comerciales con algunos clientes en Europa.
Pero la magnitud del desplazamiento de personal fue revisado a la baja y sólo afectó a 7.400 empleos, según EY. Esta cantidad es marginal en el Reino Unido, que emplea a más de un millón de personas en los servicios financieros, 400.000 de ellas en Londres.
Según la consultora especializada en reclutamiento Morgan McKinley, en 2021 se crearon más de 30.000 empleos en el sector financiero británico, que siguió prosperando, pese al Brexit.
Algunas estimaciones proyectaron que el Reino Unido podría perder hasta 100.000 empleos que migrarían hacia la UE.
“No registramos un éxodo por el Brexit, entonces es poco probable que esto se produzca un día”, estimó Hakan Enver, director general de Morgan McKinley.
Actualmente, la City sufre “una lenta deflación” y un “desplazamientos de las operaciones hacia otros centros, probablemente hacia Estados Unidos o Asia”, indicó TheCityUK, uno de los principales grupos de presión del sector financiero de Londres.
En tanto, las cerca de 122 entradas en bolsa que permitieron recaudar 16,8 millones de libras en 2021, marcando un récord desde 2007, son otros indicios de que la plaza de Londres sigue siendo atractiva, pese a que estas cifras siguen una tendencia mundial.
Las cámaras de compensación británicas, en tanto, no tienen rivales en el continente y cuentan con una autorización provisional de la UE.
Sin embargo, esta es una excepción. “La UE indicó que en el futuro no se entregarán más equivalencias al Reino Unido”, explicó a la AFP Catherine McGuinness, encargada política de la City, instando a que el sector financiero miré más allá de Europa.
El Reino Unido “debe seguir trabajando para que el sector financiero sea aún más competitivo a nivel internacional”, aseguró, afirmando que “es esencial tener un diálogo constante con la UE”.