“Algunos” países de la Unión Europea (UE) “han mostrado reservas. Francia no es uno de esos Estados”, dijo Le Maire a la prensa tras una reunión de ministros de Finanzas del bloque en París, precisando que este asunto se sopesará “en las próximas horas”.
Occidente no logró hasta ahora ponerse de acuerdo sobre sanciones extremas contra Rusia, negándose a excluirlo de este mecanismo esencial a nivel mundial. Varios países europeos, entre ellos Alemania, temen un impacto en los suministros de gas ruso.
“Una suspensión de Swift tendría repercusiones masivas para las empresas alemanas en sus relaciones con Rusia, pero también para efectuar los pagos de entrega de energía”, se justificó el viernes el portavoz del gobierno alemán, Steffen Hebestreit.
Swift, acrónimo de Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication, es una empresa con sede en Bruselas, sujeta a la legislación belga y europea.
Fundada en 1973, es una de las redes de mensajería bancaria y financiera más importantes, que permite la liquidación interbancaria entre instituciones financieras de todo el mundo.
Según el sitio internet de la asociación nacional rusa Rosswift, Rusia es el segundo país después de Estados Unidos en número de usuarios de este sistema, con unos 300 bancos e instituciones miembros.