La economía global crecerá un 2% para fines de siglo si el mundo puede mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, según un nuevo estudio.
La mayoría de los modelos proyecta un período en el que el mundo sobrepasaría esa marca durante varios años o décadas, para posteriormente enfriarse de nuevo hasta el nivel de 1,5 °C para 2100. Esto requeriría eliminar el carbono existente en la atmósfera a una escala inviablemente grande, según una investigación publicada en la revista Nature Climate Change.
Basándose en el modelo de nueve equipos, Keywan Riahi, líder de la investigación y director del programa de energía del instituto de investigación austriaco IIASA, reveló que podría ser imposible y que es probable que, si la temperatura supera el nivel clave de forma temporal, aumenten los eventos climáticos extremos, como inundaciones e incendios forestales. Para evitar daños permanentes a los ecosistemas, el mundo debe evitar superar la marca, advirtió el informe. Al hacerlo, habrá menos necesidad de eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera, proceso conocido como emisiones negativas netas.
Si se realiza una “rápida reducción de las emisiones en las próximas décadas, no habrá necesidad de alcanzar el negativo neto”, dijo el coautor Christoph Bertram, investigador de impacto climático del Instituto Potsdam en Alemania. “En su lugar, las temperaturas globales se estabilizarían en un nivel determinado aproximadamente en el momento en que alcancemos el cero neto de emisiones”.
Además de proteger el planeta, lograr el cero neto –que apunta a anular por completo la cantidad de gases de efecto invernadero que genera la actividad humana– tendría beneficios económicos a largo plazo. “La inversión inicial para lograr transformaciones rápidas hacia un sistema global cero neto dará sus frutos a largo plazo”, dijo Riahi.
De hecho, el PIB mundial podría crecer incluso más del 2%, según otro coautor, Laurent Drouet, científico sénior del grupo de investigación climática CMCC en Italia. Drouet dijo que el cálculo utilizado en el estudio no incluye el perjuicio económico del cambio climático, que sería más grave sobre los 1,5 grados.
El estudio advirtió que, para permanecer por debajo de ese umbral, los países deben mejorar sus objetivos de emisiones en el marco del Acuerdo de París. Los actuales compromisos implican un lento comienzo de la mitigación y deben intensificarse drásticamente, según el informe.
El sector del transporte es clave para el éxito, según el estudio. Un reciente informe del grupo de liderazgo climático global C40 Cities señala que el uso del transporte público mundial debe duplicarse para 2030 si se quiere cumplir con los objetivos.
Daniel Huppmann, coautor e investigador de IIASA, pidió un cambio radical en el transporte para apoyar la descarbonización. “Una revolución de la movilidad será crucial para reducir la dependencia de tecnologías de emisiones negativas netas y mitigar sus riesgos y el impacto negativo en la población”, indicó