Panamá está llegando tarde a la repartición de nuevos nichos de mercado para exportar manufactura liviana de valor agregado a Estados Unidos. Otros países como México llevan la delantera y capitalizan gran parte del nearshoring hacia Estados Unidos. Costa Rica ya está en la jugada de la industria de semiconductores exportando microprocesadores y además equipos médicos quirúrgicos. Panamá mientras aún piensa qué hará para poder atraer nuevos negocios ahora que se fue la inversión de la mina y requiere ingresos urgentes.
Alberto Trejos, profesor del Incae Business School, exministro de Comercio Exterior de Costa Rica, precisó que la oportunidad de Panamá es externa, para lograr capitalizar y atraer al país parte de los negocios que se están generando con las tendencias comerciales internaciones marcadas por el acercamiento de las cadenas de suministro hacia Estados Unidos con el nearshoring, el cambio de la composición de la economía global y de la política industrial estadounidense.
“Estos cambios favorecen a estos países pequeños afines al comercio y a la inversión, que además geográficamente son cercanos a Estados Unidos como Panamá, Costa Rica y República Dominicana”, precisó Trejos en entrevista con La Prensa en el marco de CADE.
“Panamá tiene que encontrar qué actividad no desarrollará y cuáles puede hacer. Se puede hablar de productos plásticos, de actividades que no son fuertes actualmente en el país. Pero debe desarrollar ciertas capacidades para enlazar con la inversión porque no es lo mismo convencer a una empresa para que venga al país y se instale con una actividad que naturalmente se desarrolla en Panamá como sedes de empresas multinacionales, que convencerla para que haga nuevos nichos de negocio como producción y manufactura tecnológica y de otras actividades”.