Dos joyas del turismo panameño: Bocas del Toro y el Valle de Antón. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (Cepal) identificó estos lugares en Panamá, como sitios con gran potencial para aprovechar para la promoción de un turismo sostenible, comunitario y que puede atraer gran cantidad de visitantes internacionales y locales.
Además, exalta la biodiversidad marina y terrestre, con más de 200 especies de peces tropicales, más de 400 especies de aves, 28 anfibios diferentes, 4 clases de tortugas marinas, 3 clases de monos, delfines únicos, manatí y 3 clases de perezosos, según datos de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) del 2020.
Sin embargo, a pesar del potencial de la provincia, continúa el estudio, Bocas del Toro sufre de graves carencias relacionadas con la formación en sostenibilidad, la protección del patrimonio cultural y natural, y la gestión de la energía.
Buscan impulsar el potencial turístico en la provincia de Bocas del Toro. Imagen de Isla Colón. Agustín Herrera
Un valle de oportunidades
La Cepal también identificó como una joya turística por explotar, al Valle de Antón, ubicado en la provincia de Coclé. El estudio señala que es un destino propicio para el desarrollo de un turismo de naturaleza y cultural.
Sin embargo, uno de cada tres residentes no está conforme con la información que recibe sobre la práctica del turismo sostenible en su comunidad ni con su grado de participación en consultas, políticas o iniciativas.
Valle de Antón mágico
Aunque en el Valle de Antón domina el turismo de naturaleza, aventura y rural, hay un consenso sobre el potencial de los atractivos culturales como complemento de la oferta. Sin embargo, la información que hay disponible sobre los atractivos culturales, dice el estudio, se encuentra dispersa.
Entre las carencias de servicios básicos, subraya el acceso a agua potable y el pobre manejo de los residuos sólidos. Tan solo un 50% de la población de Bocas del Toro tiene acceso a agua potable, mientras que el 6% tiene acceso a alcantarillado.